Conclusión

Todos los trastornos de alimentación requieren ayuda profesional. La persona se ve atrapada, de forma obsesiva, en un círculo vicioso, provocado por una compleja interacción de factores, que puede precipitar una peligrosa carrera hacia la auto -destrucción física y emocional, estos tienen el potencial de generar consecuencias extremadamente graves, en ocasiones letales en la vida personal, familiar, social y laboral de la persona afectada. Sin embargo, a partir de su pronta detección y con el tratamiento adecuado por parte de profesionales con formación y experiencia en este campo, la remisión absoluta de la enfermedad es una posibilidad real.

Los trastornos de la alimentación no son enfermedades incurables. Con el tratamiento profesional adecuado, el paciente puede aprender a relacionarse con la comida de un modo diferente y comprender que la comida no es ni su mejor amigo, ni su peor enemigo. Sólo a partir de ese momento podrá empezar a avanzar hacia la verdadera recuperación, que se fundamenta en una relación fundamental: La relación sana con uno mismo. 

La anorexia deportiva, esta definida como una condición que es prevalente entre los deportistas y se caracteriza por miedo intenso a aumentar de peso o volverse obeso, aún cuando la persona sea delgada. La pérdida de peso está acompañada por una reducción de la ingesta calórica, a menudo combinada con ejercicios de larga duración, las personas a su vez tienen una imagen distorsionada de su cuerpo (se ven gordos, aun cuando presentan un estado de extrema delgadez).

          Es importante que los hábitos alimentarios vuelvan a ser los de antes (comer en mesa), que se regulen los factores emocionales y familiares mencionados y la estructura social se flexibilice para dar un apoyo real a esta problemática que lamentablemente va en aumento.

Recordar :

Un trastorno alimenticio es un problema tanto psicológico como fisiológico y su diagnóstico y tratamiento deben ser interdisciplinario, seguido a cargo de médicos, psicólogos y nutricionistas.